lunes, 13 de octubre de 2014

ENTREGABLE 1.- ACTIVIDAD 3


Durante la semana que pasamos en Santander reflexionamos acerca de algo que parece evidente: la escuela ha cambiado, nuestros alumnos tienen competencias y objetivos muy distintos de los de hace diez años, nuestros soportes de enseñanzas han superado las barreras del papel y nosotros mismos hemos dejado de ser los “contenedores” del conocimiento puesto que la Red ofrece un conocimiento infinitamente superior al que ninguno de nosotros podamos poseer. Estando así las cosas huelga decir que un cambio es necesario.
Vivimos en un mundo en el que toda la información que recibimos influye en nuestras decisiones y elecciones, determinando finalmente nuestras libertades a la hora actuar. De la misma manera existe una proliferación de canales de información, lo cual aumenta aún más la cantidad de información que los ciudadanos recibimos y podemos compartir. Pero además de este fenómeno, y como gran reto en esta sociedad de la información, está la tarea de evaluar la relevancia y fiabilidad de la información que recibimos así como de los canales a través los cuales esta nos llega, de modo que podamos hacer un uso responsable de ella y actuar en consonancia con nuestros principios. Es precisamente en este contexto donde se concibe la necesidad de una alfabetización múltiple: nuestros alumnos son “nativos” digitales, de manera intuitiva navegan por internet, descargan aplicaciones, suben archivos a la nube...sin embargo, ¿hacen un uso responsable de estas tecnologías que desemboque en un verdadero desarrollo de competencias? Es precisamente en este punto en el que la figura del docente, ahora como guía en el proceso de enseñanza, hace aparición en el nuevo sistema educativo.
Sin embargo, ¿Cómo introducir en el currículo estos nuevos medios y estos nuevos lenguajes?¿Cómo tales medios y lenguajes transforman los métodos educativos? Se impone, pues, la necesidad de una alfabetización múltiple.
El Consejo de la UE, en su documento del 26 de noviembre de 2012 considera la alfabetización múltiple una competencia esencial para la vida, que faculta a los ciudadanos a desarrollar capacidades de reflexión, de expresión oral, de pensamiento crítico y les garantiza una plena participación en la sociedad digital y del conocimiento. Y la define como la comprensión, utilización y evaluación crítica de diferentes formas de información, incluidos los textos e imágenes, escritos, impresos o en versión electrónica. Esta perspectiva integra la lectura y la escritura con las competencias digitales y mediáticas, y subraya la necesidad que los estudiantes tienen de buscar, discriminar críticamente y producir información en los distintos formatos y soportes que hoy convergen.

María Malpica González

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